Henning Mankell se fue, Kurt Wallander; se queda.

Hoy, 5 de Octubre de 2015, después de una larga lucha contra el cancér, falleció a la edad de 67 años el escritor sueco Henning Mankell, creador del célebre detective "Kurt Wallander".

Al primer golpe de ojo, blanca es la nieve de Suecia.
Al segundo, oscuro es el barro que forma su primer hielo, cubierto cautelosamente por centímetros de inmaculado blanco acumulados por los meses. En ese corazón negro del frio, en esa soterrada topografía de hielo y acero labró su tierra Henning Mankell desde el músculo de “Kurt Wallander”.

Sobre esa otra Suecia, sobre ese mar siempre a punto de congelación en donde el “Estado de Bienestar” licua sistemáticamente lo mórbido, lo trágico y lo enfermo bajo la engañosa superficie feliz de desarrollo, eficiencia y mejores modales, Mankell y Wallander pescaron brillantes novelas y ganaron su sueldo.

Hablaron con dolor legítimo y discreta empatía sobre refugiados y el Golfo de Finlandia, sobre la monotonía de Ystad y las claudicaciones de rigor de un policía de “serie negra” que se precie. Con la rígida y desapasionada meticulosidad escandinava se las arregló para pensar - a pesar del abuso de consonantes de su lengua - sobre cáncer, vejez, Opera entre inviernos, alcohol y carreteras rematada por el crimen rutinario seco y frio; sin moralinas ni menos aún discursos edificantes para los tiempos.

Mankell vio y contó oblicuamente la deformidad y la fatídica depresión estructural anidada en los individuos de esa sociedad que alardea de exitosa y prospera en cualquier primera apariencia. Wallander por elevación y con la sutileza de un maestro llenó de “peros” al modelo dejando caer sobre él la sospecha y la evidencia de que hagamos lo que hagamos o vivamos donde vivamos; alerta siempre, también allí estará la sombra.

Es lógico. Un buen policía debe ver esas cosas.

Henning Mankell
(Estocolmo, 3 de febrero de 1948 - Gotemburgo, 5 de octubre de 2015).